Fecha: 30/01/2023
Seguimos el curso con muchas ganas de descubrir nuevas aventuras y autores. El próximo 17 de febrero hablaremos de la obra «.
MAR ABIERTO, Benjamin Myers
Reseña: Inés María Castrillo (@hablamos_de_un_libro)
Hablamos de un libro que invita al asombro, a la contemplación de la naturaleza que nos rodea y a dejarnos llevar por sus ritmos y sus tiempos. Un camino hacia adelante sin prisa por la vuelta, que nos transmite una gran enseñanza: la vida se decide cada día y nos da una nueva oportunidad para aprender a disfrutarla.
Nos asomamos a la biografía de Robert Aplleyard, un joven de apenas dieciséis años que, poco después de acabada la Segunda Guerra, decide echarse un macuto al hombro y salir a descubrir el mundo antes de que su inexorable destino le lleve a trabajar a la mina donde ya lo hicieron sus antepasados, y dedique sus días al oscuro mineral que ensombrece el ánimo y emponzoña el alma.
Es en esos paseos donde, libre y al albur de la majestuosidad de la naturaleza, descubrirá la viveza que se abre paso a pesar de la hecatombe de la guerra: el verdor de la hierba, el candor de los pájaros y el frescor de los riachuelos permanece inmutable y a la vez tan cambiante, regalándole en cada amanecer la sorpresa de vivir.
En su camino, oculta bajo la maleza, se topa con la casita de Dulcie Piper. Es una mujer madura de espíritu libre, que vive al margen de convenciones sociales o esquemas rígidos de pensamiento, con unas ideas muy particulares y hasta cierto punto algo excéntricas, que le recibirá como si siempre le hubiera estado esperando. Acostumbrada a la única compañía de su perro Butters, pero contenta de tenerle, ejercerá sobre Robert un efecto Pigmalión, haciendo que las expectativas y las creencias de ella vayan influyendo poco a poco en él, dándole plena confianza, transmitiéndole sus ideas algo alocadas y hablándole de la vida con vigor juvenil, aunque con un cierto deje de tristeza mal disimulada en algunos momentos. Comienza, tímidamente, también en él, un viaje iniciático hacia la poesía y el placer de la lectura que, siendo un chico rudo y poco formado, le abrirá un inmenso panorama desconocido y apasionante que en nada se parece a las aburridas lecciones en las encorsetadas aulas de la escuela.
Habrá que ir descubriendo a través de las páginas de este libro tan conmovedor qué es lo que espera Dulcie de Robert y cómo, con el devenir de los años, ese encuentro llegaría a ser tan decisivo que pudiera transformar completamente un destino que se prometía aburrido e infeliz.
Disfrutad de esta deliciosa lectura al aire libre, en plena naturaleza y con los cinco sentidos de vuestro cuerpo: entre muchas cosas, hay que arrancar las ortigas para la infusión y sentir su tacto áspero, saborear el bogavante que cocina Dulcie mientras descorcha un vino afrutado, escuchar atentamente los miles de sonidos del día que despierta, ver el infatigable trabajo de las abejas y aspirar el aroma del aire que nos avisa del cambio de estación.
Leer es vivir todo eso, ¿no os parece?