club de lectura

Fecha: 06/11/2024

“ Eres una columna de hierro” , así designa la Sagrada Escritura al hombre justo a los ojos de Dios y este apelativo le concede el judío Noé Ben Joel,
después de décadas de amistad, a su querido amigo de infancia Marco Tulio Cicerón.

A lo largo de sus más de novecientas páginas, la autora nos acerca a la biografía, en parte real, en parte novelada de este gran personaje histórico, orador, filósofo, escritor, político y abogado nacido en Arpium, Italia, el año 161 a.C. Con escrupulosa fidelidad a los datos históricos, Caldwell demuestra no sólo su exhaustivo conocimiento de Roma en la época de la República, sino también de la cultura, tradiciones, religión, familia, fiestas, derecho, vida pública y espectáculos. Además abundan también en sus páginas las alusiones a obras del propio Cicerón tanto de tema poético, jurídico, político y epistolar. La autora construye un hilo narrativo temporal que comienza con el nacimiento del personaje y termina con su asesinato, dividiendo este periodo en los cuatro momentos existenciales más destacados de su vida.

La primera parte titulada “Infancia y juventud” destaca por los recuerdos felices de la vida familiar en el campo rodeado del cariño de los suyos. De estos años escribirá más tarde este bonito homenaje a sus seres queridos: “Mi maestro, mi abuelo, mi padre y mi madre me dieron consejos muy diferentes. Sin embargo, al igual que los cuatro pétalos de una rosa silvestre de agradable aroma, formaron un solo conjunto como si fuera una bella flor. En lo esencial estuvieron de acuerdo. Bendito sea el hombre que ha tenido un sabio maestro, un abuelo austero, un padre espiritual y tierno y una madre prudente”. El traslado de la familia a Roma supone un gran cambio para todos, pero especialmente para Marco que tiene que soportar las burlas de los jóvenes patricios que le apodan “garbanzo”. Es la época de los grandes amigos como el judío Noé o el astuto Julio César y de los eternos enemigos, el peor de todos, Lucio Catilina.

En la segunda parte titulada “El abogado” le vemos ganar su primer juicio ante el Senado de Roma con 21 años. Después de haber estudiado leyes con Scaevola se convierte en un gran abogado amante de la ley, del orden y defensor de la Constitución. Su integridad y virtud irritan a los poderosos porque les echa en cara sus malas acciones, hasta el punto que intentarán asesinarlo de varios modos.

En la tercera parte “El patriota y el político”, Cicerón sufre una grave crisis de salud debido al exceso de trabajo y la falta de descanso, por lo que se retira a Atenas para recuperarse buscando el sosiego de su espíritu y el restablecimiento de la salud. A su regreso decide casarse con Terencia y comienza su carrera política.

La última parte titulada “El héroe “ es su consagración cómo gran político y jurista y a la vez su declive. Aunque consigue que el Senado condene a Catilina por traición a Roma, su triunfo se torna amargo cuando el propio Senado le condena al exilio y es desterrado. Consigue, con la ayuda de amigos y parientes, ser rehabilitado y regresa aclamado por el pueblo como el “salvador de Roma”. Las conspiraciones para hacerse con el poder absoluto no cesan, su querida hija Tulia ha muerto, se siente viejo y cansado de luchar para que se cumpla la ley, pocas ilusiones tiene ya excepto salvar a su viejo amigo Julio César, pero éste no hace caso y aquel día de los Idus de marzo es apuñalado impunemente por los suyos.

Y de nuevo para Cicerón el destierro lejos de su querida patria por la que daría su vida, en el colmo de la desesperación dice para sí mismo: “Los hombres se olvidarán hasta de que viví una vez y nuestros nombres serán esparcidos por los vientos del mañana, como las cenizas de una pira funeraria olvidada. No soy nada; espero que los hombres jamás sepan que existí. Pero ¿cómo pueden olvidar los hombres que Roma existió?”. Sin embargo el gran Marco Tulio Cicerón permanecerá para siempre como uno de los personajes más importantes de la historia de Roma y esta novela nos ayuda a entender los motivos.

Finalmente los vaticinios de que no moriría en su propio lecho se cumplirán y esta vez no escapará de las garras del asesino que envía Marco Antonio, al que las Filípicas que éste le había dedicado, no habían gustado en absoluto. Muere solo, exiliado lejos de su patria, desposeído de sus bienes y aparentemente fracasado pero ha dejado tras de sí una vida admirable por su virtud y sabiduría .

La lectura de esta magnífica novela nos demuestra de nuevo cómo la buena literatura es capaz de indagar en lo más profundo de la naturaleza humana para poner de relieve la eterna lucha entre el bien y el mal. En este caso vemos la pugna continua entre los partidarios de usar el poder en beneficio propio y los que cómo el propio Cicerón entienden la política como un servicio al pueblo.

Ana N. G.