Fecha: 03/11/2022
En Fuenllana, tenemos la suerte de contar con alumnas artistas y una de ellas es Lucía Rodríguez, de 12 años.
¿Habéis tenido la suerte de ver el musical El Rey León? Pues el personaje de Nala era Lucía, apasionada por el teatro y la interpretación. Ambos son aspectos que trabajamos en Fuenllana a través del teatro, la oratoria o la música.
¿Cuándo empezaste a interesarte por el teatro?
Desde pequeñita ya soñaba con el teatro, con cantar y bailar. Con 4 años, me apuntaron a flamenco, ahí es donde empezó todo. Pero el teatro como tal fue a los 8 años. Me apuntaron a una escuela, Marand Musical, en Carabanchel. Ahí fue donde me formaron y me presentaron al casting de El Rey León.
¿Cuánta gente se apuntó al casting?
Al del Rey León unas 2000 personas, porque no era de Madrid solo, era de toda España.
¿Cuánto tiempo estuviste trabajando antes de presentarte?
Llevo en la escuela cuatro años, pero cuando cumplí tres años allí, hice el casting y me cogieron. En la escuela nos van diciendo los castings que hay y nos dicen: “¿Te quieres apuntar?”, y nos inscribimos. Después hacemos cursos.
¿En qué consisten esos cursos?
Estuvimos todo el verano yendo al teatro cada día y ensayando. Ahora ya no tenemos tantos ensayos, pero en verano de 2021 teníamos varias sesiones al día donde nos iban formando.
¿Y qué opinas de sacrificar todo el verano para ensayar?
Merece la pena, porque me gusta mucho.
¿Cada cuánto tiempo interpretas en El Rey León?
Ahora hay más niños. Antes había como cinco Nalas y cinco Simbas, pero ahora hay catorce niños en total. Nos dan un calendario y nos va tocando por meses. Por ejemplo, me puede tocar un día de “cover”, es decir, que si la que está actuando se tuerce el tobillo, salgo yo. Pero voy dos o tres veces por semana y me tocan una o dos actuaciones.
¿Cómo es el horario de actuación?
Pues tengo que estar allí dos horas antes para que me pueda vestir, peinar, maquillar… y eso lleva su tiempo. Si es el segundo pase, empieza como a las 22:00 pm. Si es el primero, sobre las 20:30pm.
¿Te agobia este ritmo, o lo llevas bien?
A ver, a veces sí. En sexto me agobié un poco por la Evaluación, así que no hacía ni contemporáneo ni ballet, me centraba solo en El Rey León. Cuesta coordinarlo todo, pero al final nos gusta mucho estar allí porque actúas, juegas, bailas, haces de todo.
Tú haces de Nala, cuéntanos algún truco que tengas para meterte en el personaje
Tienes que pensar mucho tiempo en cómo es el personaje, ver muchas películas, todas las que puedas, porque así es como te das cuenta de qué es lo que tienen en común los personajes de las diferentes pelis. Con eso te puedes ir integrando en el personaje y cogiendo la personalidad que tiene. Requiere de mucho esfuerzo, porque no es fácil convertirse en Nala de un día para otro.
¿Cómo fue tu primera gran actuación?
Estaba temblando de una manera… Yo decía: “Que va, no estoy nada nerviosa”, pero me iba el corazón a mil. Me estaban poniendo el micrófono y yo temblando. Entré, me puse en mi posición, empezamos a actuar, y la voz al hablar sentía que me temblaba, pero cuando nos pusimos a cantar ya me relajé.
¿Salió bien?
Sí, todo super bien, y siempre al final nos dan notas. Cuando volvemos del primer acto y vamos al camerino, nuestro director nos da unas notas de lo que tenemos que mejorar y nosotros lo apuntamos, o con una grabadora, y luego nos lo vamos repasando.
¿Cuál dirías que ha sido tu mejor experiencia en el tiempo que llevas en teatro?
Cuando puse el pie en mi primer escenario. Con ocho años, en el musical que hicimos en un colegio, era de la Bella y la Bestia. Yo tenía bastantes escenas sola y veía todas las caras mirándome, fue una experiencia genial.
¿Qué haces además de actuar?
Además del teatro hago baile contemporáneo, ballet, baile moderno y luego en los cursos, que son los sábados por la mañana, hacemos canto, baile e interpretación. Ahí preparamos musicales y al final del curso los hacemos en el escenario de algún colegio.
¿Cómo compatibilizas el teatro con los estudios, la familia y las amigas en el día a día?
Pues a ver, es muy intenso. Siempre debo tener mi tiempo para organizarme. Tardo unos minutos cada día y muchas veces tengo que pedir ayuda a mi madre, porque es muy importante organizar bien todo. Además, en Marand Musical estoy con una compañía en la que hacemos conciertos. Son un montón de cosas para las que me tengo que seguir formando, porque estar en un musical no significa que ya sea una profesional. Tengo que seguir formándome.
Lucía es el ejemplo de que si algo te gusta, con esfuerzo, puedes hacer lo que te propongas. Cómo ella, numerosas alumnas de Fuenllana trabajan todo el curso en teatro, oratoria o música sus cualidades artísticas. El curso pasado pudimos comprobarlo en el teatro «La novia cadáver», interpretado por las alumnas que ahora están en 4º E.S.O.
Analú Olivero