24 de noviembre. Biblioforum familiar

Hablamos de un libro corto que se puede leer en apenas unas horas y que se quedará en vuestra memoria por mucho tiempo. Porque a pesar de aparentar ser una dulce historia de amor en la ancianidad, llega un momento en que, de manera inesperada, gira vertiginosamente y deja al lector al albur de las sorprendentes situaciones del todo imprevisibles.

El argumento parece sencillo. Los protagonistas de esta historia son un matrimonio casi octogenario que al conocer el diagnóstico de alzhéimer que se cierne sobre ella, deciden irse a vivir a una residencia donde estar siempre acompañados y atendidos.

Un tándem con tanto rodaje como el suyo, afianzado con los años, padres de tres hijos y ya abuelos, parece caminar sosegadamente uno junto al otro y cuidarse en la enfermedad, y así se nos presenta, ya que en un momento dado ella, confusa por su deterioro mental, decide volver a su etapa de noviazgo, como si quisiera empezar de nuevo o darse otra oportunidad. Pero detrás de esa decisión iremos descubriendo, a la vez que el protagonista, una historia que no nos dejará indiferentes y de la que habremos de sacar algunas reflexiones.

La autora, japonesa de nacimiento y nacionalizada en Canadá, utiliza un lenguaje muy propio de la literatura nipona: cordial, objetivo, poco dado a muestras efusivas de sentimientos, muy comedido. Los personajes de estas novelas son educados, amables y leales, correctos en sus formas. Ese modo de narrar parece amortiguar el impacto de los hechos en los personajes, y, sin embargo, les confiere una gran profundidad cuando ahondamos en su mundo interior y empatizamos con sus silenciosas emociones.

No esperéis a que en el cielo haya luna llena para leerlo, o al calor que hace estridular a las efímeras cigarras. Os va a sorprender y estoy segura de que esta pequeña historia también os conquistará.

                                @hablamos_de_un_libro (Inés Castrillo)