Alejandro Navas Licenciado y Doctor en Filosofía por la Universidad de Navarra, estuvo en Fuenllana el pasado martes 31 de octubre para impartir una sesión de formación a profesores y padres.
La educación que recibió desde la infancia en el Colegio Alemán de Madrid ha marcado su trayectoria profesional y le ha convertido en experto conocedor de la lengua y cultura alemana, la cual sigue ampliando con los viajes habituales que realiza cada año a Alemania y países colindantes. Cita a autores europeos que le inspiran en sus comentarios.
Alejandro es un hombre muy dinámico y cercano, antes y después de la sesión estuvo charlando con varias profesoras. Con el micro en mano, se desplazó de un lado a otro de la sala e interpelando al público con sus preguntas. Es innegable que conectó rápido, se nota que ha tratado con gentes, y viajado por muchos continentes.
Comenzó interpelando con una pregunta: ¿qué entendemos por ÉXITO? El auditorio fue contestando al aire ideas. Entre todos y bajo su dirección, armamos las palabras de la pizarra: Talento, Constancia, Actitud, Suerte, Salud.
La clave del éxito está en el concentración
Defiende que la clave del éxito está en la concentración, -focus en inglés-, no anclarnos en el pasado y vivir con intensidad el presente, «sacándole todo el jugo». El principal enemigo que tenemos actualmente para conseguir la concentración es la dispersión.
La cultura actual de las pantallas, agranda el efecto de la dispersión desde edades muy tempranas. Dedicar excesivo tiempo a las pantalla, puede llegar a incapacitar para concentrarse a los niños,-y a los mayores-. Señaló la lectura como una de las actividades más recomendables para los jóvenes.
Cerrando la reflexión, Alejandro Navas nos ofreció unas pistas para ayudar a los adolescentes en la edad de 15 a 18 años a encontrar su identidad. El el ejemplo de los padres y educadores, y el cariño entre ellos, – padre y madre-, son claves en la educación acertada de los adolescentes.
Indicó varios pilares sobre los que construir la identidad personal del adolescente. Como primer pilar señaló Dios y la religión, para asegurar la supervivencia a esta vida y dotarla de sentido y significado. En segundo lugar, la familia. En tercer lugar el estudio, seguido del deporte, la música, el arte y la lectura, – » los alumnos que leen están salvados«-, señaló.
En definitiva, se trata de cultivar las potencialidades físicas e intelectuales de los adolescentes a través de estas actividades. Por último, indicó la belleza como otro de los puntos para cimentar la seguridad los adolescentes, especialmente en estos tiempos.
Finalizó la sesión indicando que la educación en este escenario es «atrayente y complicada». Así lo vivimos cada día padres y profesores, pero también comprobamos que vale la pena ese esfuerzo.
Adjuntamos un artículo interesante del conferenciante sobre uno de los temas apuntados en la sesión, «La belleza corporal«.